La puta mudanza me va a cortar el chorro

Sí, a esta empresa del orto se le ocurrió cambiar de oficinas. Hay que mostrarle más nivel a los clientes, dicen. Los malditos obsecuentes se pasean por los pasillos alabando las nuevas instalaciones que ya pasaron a visitar. A mí lo único que me gusta de este laburo de mierda es flirtear con las dos secretarias que me ratonean y cobrar a fin de mes. Soy el único que no fue al edificio nuevo, pero vi los planos. Y en lugar del bañito unipersonal que suelo frecuentar en mis ataques de calentura habrá baños compartidos, con cubículos separados por una puta mampara de papel. No me va a quedar otra que cortar el chorro. Si no, me expongo a que me pesquen en plena manuela. Y qué van a pensar, ¿que soy un pajero?